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viernes, 4 de julio de 2025

Retropost, 2005: ¿Cómo sabes que exixto?

 

 

¿Cómo sabes que exixto?

A Ivo le gustan mucho los modelitos a escala de edificios para la promoción de urbanizaciones, sobre todo si tienen figuritas y coches. Hoy hemos descubierto uno en el que aparece él, talmente, cruzando un paso de peatones de la mano de una oronda señora, y le ha entusiasmado verse a través del cristal, miniaturizado:

- Papá, ¿cómo saben que exixto?

Pregunta muy razonable; pero lo hemos oído mal, y hemos pensado que Ivo decía "cómo sabes que exixto", y que ya filosofaba. Álvaro ha contraatacado con una hipótesis extraída de las Meditaciones Metafísicas-cum-Manual de Forestales Juveniles al uso de su generación, a saber, la Guía para la Vida de Bart Simpson:

- Es cierto, ¿cómo podemos estar seguros de que no estamos soñando todo esto, y que en realidad no somos un cerebro en un frasco de algún científico loco?

En efecto, Álvaro, nunca descartes esa posibilidad. A René le asaltó la duda del Genio Maligno siendo uno de los cerebros privilegiados de Europa —su razonamiento subsiguiente refutándolo se quedó un poco cojito, porque poniendo a Dios en el lugar del genio maligno no solucionamos gran cosa. En mi generación se pasaba esta crisis existencial cuando se te juntaban la adolescencia, el estudio de la metafísica, y la desconfianza hacia la Divinidad. Y ahora ya les llega a los niños la problemática trascendentalmente reducida o condensada a través de los Simpson, en forma de parodia de cine serie B. Yo me quedo con la duda de si el ver su propio cloncillo en miniatura le ha inducido a Ivo una meditación transcendental, y le vuelvo a preguntar:

- Oye, Ivo, ¿cómo sabes que existes?

- ¡Es cierto! ¿Por qué ahí exixtía?

Está visto que nuestra sustancia existente la construimos sobre la base de las imágenes que nos representan - (Aquí René Descartes, George Berkeley, Oscar Wilde, Jacques Lacan, Miguel Bosé y Bart Simpson, cantando en sexteto a capella:) "La vida es sólo fantasía...."

 

martes, 10 de junio de 2025

Frank Harris, El Hombre Shakespeare

 Retropost, 2005:

Frank Harris, El Hombre Shakespeare

(Frank Harris, El hombre Shakespeare y su vida trágica. Barcelona: Vitae Ediciones, 2004).

Acabo de leer en traducción española este libro que se escribió hace unos cien años, y que es un buen ejemplo del estilo decimonónico de crítica biográfico-impresionista con la que acabarían los críticos estéticos, los New Critics, los estructuralistas y los desconstructivistas y que vuelve a conectar en cierto modo con los intereses actuales de críticos culturales, feministas y nuevos historicistas. No es casual que Harris sea uno de los autores citados por Greenblatt en su reciente biografía de Shakespeare (en concreto cuando interpreta el epitafio de Shakespeare como una manera de evitar que la Sra. Shakespeare fuera enterrada con él). El planteamiento de ambos libros es el básico en la crítica de base biográfica: relacionar aspectos de la obra con episodios de la vida real o emocional del autor, una dimensión básica de la crítica a la que ha sido en general ciega la teoría literaria del siglo XX. A veces Harris salta a conclusiones precipitadas, o presenta como hechos lo que sólo son probabilidades, o incluso especulaciones, o incluso improbabilidades (como su identificación de la Dark Lady con Mary Fitton). Y no es extraño en ese sentido que este libro haya sido abominado por muchos. Pero tiene muchos lados positivos: así la ausencia de reverencia hacia Shakespeare, a quien Harris contempla "on this side Idolatry", y realmente lejos de la línea divisoria, sin que eso le impida apreciar lo que de grande hay en el autor. Como Samuel Johnson, no teme denunciar lo que le parece bobería, o ridiculez, o mediocridad encumbrada, que también hay mucho de eso en Shakespeare, "the man". También señala con bastante acierto algunas limitaciones de la percepción o el pensamiento de Shakespeare, limitaciones que escapan a la percepción de quien concibe a Shakespeare sin límites visibles (Harold Bloom, por ejemplo, y su por otra parte excelente Shakespeare: The Invention of the Human). Un ejemplo: el snobismo o apego de Shakespeare a las clases altas le cegaba parcialmente a ciertas realidades de su tiempo.

"Veamos un ejemplo de lo que perdió con ello. Aunque vivió en una época de fanatismo, nunca creó un personaje fanático o reformador, nunca concibió a un hombre que nadase contra la corriente de su época. No tenía más que una idea vaga de los pocos espíritus de cada época que habían señalado a la humanidad ideales nuevos y más altos; no podía comprender a Cristo ni a Mahoma, y parece que se interesó muy poco por Juana de Arco, el ser más noble que se puso al alcance de su arte . . . . Hasta el fanático inglés pasó para él desapercibido; su Jack Cade, como ya hemos advertido, es una mala caricatura; ningún Cade induce a sus compañeros a salvarse apelando a sus mejores cualidades, a su sentido de la justicia o de lo que ellos toman por justicia. El Cade que desea embaucar a los hombres en provecho de sus groseras ambiciones puede conseguir el apoyo de unos pocos incautos, pero no millares de fervientes partidarios. Shakespeare nunca comprendió estas verdades elementales. Sin embargo, ¡cuánto más grande habría sido si las hubiese comprendido, si hubiese estudiado con cariño aunque no hubiese sido más que un solo puritano y lo hubiese retratado con simpatía! Pues el fanático es uno de los goznes sobre los que gira la puerta del mundo moderno." (p.398).


Bueno, lo de que "no se interesó" por Juana de Arco, pasémoslo como eufemismo, porque en Enrique VI presenta de ella un retrato sexista, machista, patriotero, falso y deshonesto. Cuando Harris habla de "fanáticos" hay que entender "fanáticos opuestos al orden establecido", no "fanáticos del orden establecido", a los que sí retrató Shakespeare bien, y con quienes se encontraba mas a gusto (on this side idolatry).

Así pues, un libro para leer por supuesto "on this side Idolatry", para confrontar opiniones, pero aviso, un libro que va subiendo de nivel a medida que avanza hacia su conclusión. La traducción, ya publicada en Argentina en 1947, está bastante bien, menos cuando incluye pésimas citas de otras traducciones de las obra de Shakespeare. Numerosísimos errores de tipografía, eso sí, y también con otros fallos, por supuesto (así, el traductor parecía creer que "Dryasdust", el arquetípico crítico muermo invocado por Harris, y por Walter Scott antes de él, es un personaje con existencia real). Pero vaya, si es que lo es — ¡con muchas existencias reales! Harris no es uno de esos clones, desde luego.

 

El Shakespeare de Victor Hugo  

viernes, 30 de mayo de 2025

Misiles Melódicos

 

Viva el futuro y Misiles Melódicos

Pues ahora nos vamos a ver Misiles Melódicos, un drama musical de José Sanchís Sinisterra y Gabriel Sopeña, en el Teatro Principal (bien cerca del techo, porque vamos en pandilla y si no es la ruina). A José Sanchís lo conocí en unas jornadas sobre Beckett hace casi veinte años (el primer congreso en el que participé); Gabriel Sopeña es, además de cantautor y activista musical, un colega de la Facultad de Filosofía, pero no he coincidido nunca con él. Me encantan los discos que ha hecho, sobre todo uno en formato de discolibro llamado Una ciudad para la paz: recomendado queda. Y el musical, por adelantado: seguro que nos gusta. Aunque los nenes estos son un tanto refractarios al teatro.

(Pasan tres señoritas vestidas de Horas)

Bueno, se han portado tolerablemente bien. Y la "tragicomedia musical", divertida y muy corrosiva, peor cantada de lo esperado, pero dándole un fregado a fondo a todos los que promueven el tráfico de armas.... aunque "den puestos de trabajo", y no miro a nadie. Como dice el lema de la obra, "las autoridades sanitarias no avisan de que las armas pueden ser muy nocivas para la salud". Además jugaba de maneras divertidas con las convenciones teatrales: flashbacks, apariciones del fantasma del padre, monólogos interiores, Bo de Vil (femmes fatales, pantallas de cine con cañonazos a ritmo de Bolero de Ravel, etc.).

Observación espontánea de Otas (4 años) después de la merienda: "Qué suelte estal vivo. Es malavilloso el futulo". Esperemos que tenga razón, al menos a corto y medio plazo, y que los misiles no dejen oír sus melodías.

 

lunes, 14 de abril de 2025

Label:bibliography

 Retropost, 2015:

Tweakeando mis etiquetas en Google Scholar (o Google Académico, que es lo mismo), he llegado a la conclusión de que es mejor poner las etiquetas en las que mejor quedas, o las que mejor imagen dan de tu posicionamiento en el orden de picoteo académico. (Por citar a Ricardo III: "Estúpido, habla siempre bien de ti mismo"). Con lo cual conviene coger un área lo más poblada posible en la que estés bien posicionado. 
 
Demasiada población te posicionará mal, y es un dilema: por tanto me he quitado de la superpoblada "Semiotics", que me mandaba fuera de la primera página y de la segunda, y he añadido la no tan poblada "Bibliography"—que cierto es que le dedico tantas horas como a la semiótica o más. Y aunque hay poca gente allí, al menos estoy el primero (Mundial, se entiende), y es un área relativamente reconocida y amplia de por sí.  Ecce homo:



Captura de pantalla 2015-04-13 12.53.37

Me he quitado asimismo (Google te permite escoger CINCO etiquetas) la etiqueta de "Literary Theory", y me he cambiado por "Teoría de la literatura", donde quedo mejor posicionado en el humilde mundo hispano. Mejor que en "Teoría literaria", donde quedaría detrás de Tomás Albaladejo—en Teoría de la Literatura no seré Number One, pero soy Número Uno.

Y aunque no sea una etiqueta muy usada, sí añado también "Filología Inglesa" en atención a que es el nombre oficial de mi área de conocimiento. Allí estoy también el primero del Mundo Hispano.

También he añadido, en lugar de "Discourse Analysis", la etiqueta más concreta quizá "Narratology"; suficientemente general aunque redunda algo con "Narrative Theory" que usaba antes. Pero para que se vea que se le llame como se le llame estoy allí bien ubicado: el tercero en "Narrative Theory", y el segundo en "Narratology."

Me quedo, lógicamente, con "Narratology", una palabra que antes no me gustaba.



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lunes, 24 de marzo de 2025

Sobre una modalidad del arte contemporáneo

 Retropost, 2015:

Un comentario sobre una modalidad del arte contemporáneo—digo una modalidad por no generalizar, que arte hay mucho, pero es una modalidad muy característica, muy exclusiva, y que por tanto podría con cierta justicia considerarse la esencia misma de la contemporaneidad en el arte.

Viene a cuenta de algo que dice Tom Stoppard en esta entrevista (minuto 55). Resumo aproximadamente lo que dice Stoppard sobre el arte moderno:


Ha habido un cambio significativo en la relación entre el artista (el artista de exposición—el pintor, escultor, etc.) y su público. Antes, la relación se basaba en que el artista decía a su público: "Yo puedo hacer esto, y tú no." Ahora, en el arte moderno, la relación se basa en que el público dice, "Hum, pero ¿no podría yo hacer eso también?" , y el artista dice, "Sí, ¡pero yo lo hice primero!"

 Por afinar, esto caracteriza a la fase Duchamp, Dadá, etc., del arte contemporáneo, hace cien años. En la época de las vanguardias, más o menos hasta 1950. La fase actual, cada vez más afianzada desde 1950, se caracteriza por la siguiente relación:

- Hey, espera, eso que expones o haces lo podría hacer yo también.  De hecho creo que lo hice.

- Da igual. Lo hiciste tú y veinte más. Pero eso vale porque lo hago yo, no por lo que es. Cuando lo haces tú, no vale nada. Si lo hago yo, tiene una cotización avalada. Porque yo tengo mi nombre y mis contactos, y tú no—como tu nombre indica.

Estamos hablando aquí del mercado, claro: el arte como profesión, carrera, colocación, puestecillo que se trabaja uno, contactos con el circuito de marchantes y galeristas. Y, crucialmente, creo, intercambio de favores y dinero negro. El coleccionismo internacional o el Arte oficialmente cotizado es la manera más fácil y segura de mover capitales de modo invisible, o de desviar fondos públicos con ida y vuelta por debajo de la mesa para quienes cierran el trato.

Todo esto es un arte, ciertamente, pero el arte no está en la técnica pictórica, ni detrás de la vitrina. Es un arte refinado de la autopromoción y de la gestión inteligente de intereses poco públicos. No es un arte que se exhiba al vulgo, sino sólo a los cognoscenti. Al vulgo algo le enseñaremos, pero lo entretenemos con vanguardias recuperadas, o con postvanguardias recicladas. O con mierda en bote, si queremos dejarlo realmente claro.



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viernes, 21 de marzo de 2025

La proyección mental de la realidad

 Retropost, 2015:

 Va saliendo más investigación que juega a favor de mi teoría de la proyección mental de la realidad. Por ejemplo en este artículo sobre la construcción de la información visual publicado en Current Biology.

La sustancia (y ya lo dijo en cierto modo Berkeley) es que el objeto visual es construido por el cerebro, no "recibido" ya hecho desde el exterior. Yo lo llamo a veces la teoría de la  "proyección del objeto", porque el efecto viene a ser como si nuestro cerebro proyectase a la realidad el objeto que ha generado, con el resultado de que lo vemos allí afuera, cuando no está sino en nuestra cabeza. Quizá sea más apropiado llamarla, como lo hacen estos autores, la teoría de la "integración del objeto."

Integration Trumps Selection in Object Recognition

http://www.cell.com/current-biology/abstract/S0960-9822%2815%2900132-3

Highlights

  • Humans identified letter shapes defined by texture, color, and luminance cues
  • Humans integrate cues that define the same letter for improved shape recognition
  • They cannot filter out cues that define a conflicting letter, reducing performance
  • Mandatory cue integration results in a failure of attentional selection

Summary

Finding and recognizing objects is a fundamental task of vision. Objects can be defined by several “cues” (color, luminance, texture, etc.), and humans can integrate sensory cues to improve detection and recognition [ 1–3 ]. Cortical mechanisms fuse information from multiple cues [ 4 ], and shape-selective neural mechanisms can display cue invariance by responding to a given shape independent of the visual cue defining it [ 5–8 ]. Selective attention, in contrast, improves recognition by isolating a subset of the visual information [ 9 ]. Humans can select single features (red or vertical) within a perceptual dimension (color or orientation), giving faster and more accurate responses to items having the attended feature [ 10, 11 ]. Attention elevates neural responses and sharpens neural tuning to the attended feature, as shown by studies in psychophysics and modeling [ 11, 12 ], imaging [ 13–16 ], and single-cell and neural population recordings [ 17, 18 ]. Besides single features, attention can select whole objects [ 19–21 ]. Objects are among the suggested “units” of attention because attention to a single feature of an object causes the selection of all of its features [ 19–21 ]. Here, we pit integration against attentional selection in object recognition. We find, first, that humans can integrate information near optimally from several perceptual dimensions (color, texture, luminance) to improve recognition. They cannot, however, isolate a single dimension even when the other dimensions provide task-irrelevant, potentially conflicting information. For object recognition, it appears that there is mandatory integration of information from multiple dimensions of visual experience. The advantage afforded by this integration, however, comes at the expense of attentional selection.


 Este tipo de integración cognitiva en el cerebro resulta (claro está) de su complejidad de circuitos neuronales que procesan diversa información, parte proveniente del córtex, de la memoria, combinándola con "lo que se ve."  Resulta de la historia evolutiva del cerebro, y en parte de su "recableo" provocado por la ampliación del córtex y la integración de la información lingüística en la estructura del cerebro. Más al respecto hablan Deacon (ver La caverna del cerebro) y Benjamin Bergen en Louder than Words.  La estructura del cerebro, el desarrollo del lenguaje y la integración de nuestra cultura y experiencia con nuestra percepción generan así la realidad virtual o realidad aumentada  donde vivimos. Para otros seres con ojos no está ahí—pero nosotros la vemos; y es más, nos movemos por ella y vivimos en ella.
 



La noción de estroma propuesta por Gustavo Bueno viene a ser una manera de enfocar el mismo fenómeno, visto desde su teoría. El "estroma" es el objeto cultural, el meme mental podríamos decir, que tiene una naturaleza cognitiva e informacional pero a la vez es un objeto físico. Esto da lugar a una ontología de objetos materiales gestionados y organizados por la mente.

Hablaba yo de esta cuestión de la generación mental de la realidad,  a cuenta del libro de Weiskrantz Consciousness Lost and Found, de Gazzaniga, y de las neuronas espejo, y defendiendo la tesis de la "proyección" o de la "realidad proyectada", en ESPECULACIONES NEURONALES.

Esta cuestión de neurología, de lingüística y de psicología cognitiva también tiene implicaciones filosóficas, fenomenológicas y antropológicas, claro está. Así que por qué no añadir un ingrediente más al cocido de este artículo, relacionando esta noción de la realidad aumentada gestada en el cerebro, con la teoría de la mente y de la experiencia de George Herbert Mead, que veníamos discutiendo estos días por aquí también. Entre pragmatismo y fenomenología anda la cosa, pero más que rozando la metafísica, puesto que Mead pretende explicar la generación misma de la realidad, de la realidad espacio-temporal (esos irreductibles kantianos) a través del análisis de la experiencia de contacto, y explicando la genesis del tiempo mediante la auto-interacción. En fin, se lo lean en Mind, Self and Society o en La Filosofía del presenteMead se vio influido por muchos (Dilthey, Wundt, James, Dewey, Bergson, etc.) pero muy inmediatamente aquí por las reflexiones de Alfred North Whitehead en What Is Nature. (Oigan aquí un podcast sobre la teoría de la constitución mental de la realidad del propio Whitehead, que a su vez nos lleva más atrás—a Locke, etc.). Pero dejaremos para otra ocasión, quizá para la eternidad, la teoría de la Realidad como Realidad Virtual y la organización mental del mundo según Whitehead.

Aquí sólo traeré a colación un par de textos relevantes de Mind, Self, and Society de Mead, el primero en realidad de uno de los ensayos suplementarios llamado "El individuo biológico":

From the point of view of instinctive behavior in the lower animals, or of the immediate human response to a perceptual world (in other words, from the standpoint of the unfractured relation between the impulses and the objects which give them expression), past and future are not there; and yet they are represented in the situation. They are represented by facility of adjustment through the selection of certain elements both in the direct sensuous stimulation through the excitement of the end-organs, and in the imagery. What represents past and what represents future are not distinguishable as contents. The surrogate of the past is the actual adjustment of the impulse to the object as stimulus. The surrogate of the future is the control which the changing field of experience during the act maintains over its execution.

The flow of experience is not differentiated into a past and future over against an immediate now until reflection affects certain parts of the experience with these characters, with the perfection of adjustment on the one hand, and with the shifting control on the other. The biologic individual lives in an undifferentiated now; the social reflective individual takes this up into a flow of experience within which strands a fixed past and a more or less uncertain future. The now of experience is represented primarily by the body of impulses listed above, our inherited adjustment to a physical and social world, continuously reconstituted by social reflective processes; but this reconstitution takes place by analysis and selection in the field of stimulation, not by immediate direction and recombination of the impulses. The control exercised over the impulses is always through selection of stimulations conditioned by the sensitizing influence of various other impulses seeking expression. The immediacy of the now is never lost, and the biologic individual stands as the unquestioned reality in the minds of differently constructed pasts and projected futures. It has been the work of scientific reflection to isolate certain of these fixed adjustments (in terms of our balanced postures, our movements toward objects, our contacts with and manipulations of objects) as a physical world, answering to the biologic individual with its intricate nervous system. (350-51)

Y en la primera mitad de Mind, Self, and Society, habla de cómo la mente y la consciencia no están localizadas en ningún punto concreto del cerebro, sino que son el resultado emergente de la interacción de los circuitos cerebrales entre sí:

In the cortex, that organ which in some sense answers to human intelligence, we fail to find any exclusive and unvarying control, that is, any evidence of it in the structure of the form itself. In some way we can assume that the cortex acts as a whole, but we cannot come back to certain centers and say that this is where the mind is lodged in thinking and in action. There are an indefinite number of cells connected with each other, and their innervation in some sense leads to a unitary action, but what that unity is in terms of the central nervous system it is almost impossible to state. All the different parts of the cortex seem to be involved in everything that happens. All the stimuli that reach the brain are reflected into all parts of the brain, and yet we do get a unitary action. There remains, then, a problem which is by no means definitely solved: the unity of the action of the central nervous system. Wundt undertook to find certain centers which would be responsible for this sort of unity, but there is notheing in the structure of the brain itself which isolated any parts of the brain as those which direct conduct as a whole. The unity is a unity of integration, though just how this integration takes place in detail we cannot say. (24)

Now behavioristic psychology, instead of setting up these events in the central nervous system as a causal series which is at least conditional to the sensory experience, takes the entire response to the environment as that which answers to the colored object we see, in this case the light. It does not locate the experience at any point in the nervous system; it does not put it, in the terms of Mr. Russell, inside of a head. Russell makes the experience the effect of what happens at that point where a causal process takes place in the head. He points out that, from his own point of view, the head inside of which you can place this experience exists empirically only in the heads of other people. The physiologist explains to you where this excitement is taking place. He sees the head he is demonstrating to you and he sees what is inside of the head in imagination, but, on this account, that which he sees must be inside of his own head. The way in which Russell gets out of this mess is by saying that the head which he is referring to is not the head we see, but the head which is implied in physiological analysis. Well, instead of assuming that the experienced world as such is inside of a head, located at that point at which certain nervous disturbances are going on, what the behaviorist does is to relate the world of experience to the whole act of the organism. It is true, as we have just said, that this experienced world does not appear except when the various excitements reach certain points in the central nervous system; it is also true that if you cut off any of those channels you wipe out so much of that world. What the behaviorist does, or ought to do, is to take the complete act, the whole process of conduct, as the unit in his account. In doing that he has to take into account not simply the nervous system but also the rest of the organism, for the nervous system is only a specialized part of the entire organism. (111)


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Más sobre percepción, reconocimiento y constitución perceptual de los objetos en esta conferencia de Ned Block: Seeing-as, Concepts, and Non-conceptual Content



 





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martes, 29 de octubre de 2024

Revenge Tragedy

 Retropost, 2014:

From The Oxford Companion to English Literature:



revenge tragedy, a dramatic genre that flourished in the late Elizabethan and Jacobean period, sometimes known as 'the tragedy of blood'. Kyd's *The Spanish Tragedy (c. 1587), a much-quoted prototype, helped to establish a demand for this popular form; later examples are Marlowe's *The Jew of Malta, Shakespeare's *Titus Andronicus, *The Revenger's Tragedy, and, most notably, *Hamlet; there are also strong revenge elements in *Webster. Common ingredients include the hero's quest for vengeance, often at the prompting of the ghost of a murdered kinsman or loved one; scenes of real or feigned insanity; a play-within-a-play; scenes in graveyards, severed limbs, scenes of carnage and mutilation, etc. Many of these items were inherited from Senecan drama, with the difference that in revenge tragedy violence was not reported but took place on stage: as Vendice in The Revenger's Tragedy rather baldly puts it, while in the process of slowly murdering the duke, 'when the bad bleeds, then is the tragedy good.' The revenge code also produced counter-attacks, as in *The Atheist's Tragedy, in Chapman's *The Revenge of Bussy d'Ambois, and again in Hamlet, in which the heroes refuse or hesitate to follow the convention.

The Revenge of Bussy d'Ambois, a tragedy by G. *Chapman, written 1610/11, printed 1613, a sequel to *Bussy D'Ambois.
     Clermont D'Ambois, brother of Bussy, described by his close friend the duc de Guise as the ideal 'Senecal [i.e. stoical] man', gentle, noble, generous, and 'fix'd in himself', is urged by his brother's ghost to avenge his murder, but will only do so by the honourable method of a duel. He sends a challenge to Muntsurry, who reads it; urged again by the ghost, he introduces himself to Montsurry's house, forces him to fight, and kills him. He then learns of the assassination of the Guise, and, refusing to live amid 'all the horrors of the vicious time' as 'the slave of power', he kills himself. The hero's reluctance to exact revenge recalls certain aspects of *Hamlet (See also REVENGE TRAGEDY.)

The Revenger's Tragedy, a tragedy published anonymously in 1607, and from 1656 ascribed to *Tourneur; its authorship has been disputed since 1891, with some scholars defending the traditional attribution and others championing the rival claims of *Middleton and others.
     The central character is Vendice (or Vindice), intent on revenging the death of his mistress, poisoned by the lecherous old duke. The court is a centre of vice and intrigue; the duchess's youngest son is convicted of rape, she herself seduces Spurio, the duke's bastard, and her two older sons, the duke's stepsons, plot against each other and against Lussurioso, the duke's heir. Vendice, disguised as Plato, appears to attempt to procure his own sister Castiza for Lussurioso; she resists, but their mother Gratiana temporarily succumbs to his bribes and agrees to play the bawd. Vendice murders the duke by tricking him into kissing the poisoned skull of his mistress, and most of the remaining characters kill one another or are killed in a final masque of revengers and murderers; Vendice, who survives the bloodbath, owns up to the murder of the duke, and is promptly condemned to death with his brother and accomplice Hippolite by the duke's successor, old Antonio. He is led off to execution, content to 'die after a nest of dukes'. The play is marked by a tragic intensity of feeling, a powerfully satiric wit, and passages of great poetic richness, all combined, for example, in Vendice's address to 'the bony lady', his dead mistress: 'Does the silkworm expend her yellow labours / For thee?' (III. v. 71 ff.) (See also REVENGE TRAGEDY.)

The Duke of Milan, a tragedy by *Massinger, printed 1623, one of his earliest independent plays and a popular one. It is based on the story of Herod and Mariamne as told by Josephus.
     Lodovico Sforza, duke of Milan, has, in the war between the Emperor Charles and the King of France, allied himself with the latter. On their defeat, he goes to surrender himself to Charles, but, fearing for his life, leaves a written instruction with his wicked favourite Francisco to put his beloved wife Marcella to death if he himself is killed. Francisco, seeking to corrupt Marcella in revenge for the dishonoring of his own sister Eugenia by Sforza, reveals the existence of the warrant to her, but fails to move her chastity and only incenses her against the duke, so that on his return after a reconciliation with Charles she receives him coldly. This, coupled with accusations from various quarters of his wife's intmacy with Francisco, makes the duke suspicious of her. Francisco now tells Sforza that Marcella made amorous advances to him, which so inflames the duke with anger that he stabs her to death; dying, she reveals the truth, leaving her husband distracted with remorse. Francisco flees, then returns to court diguised as a Jewish doctor and undertakes to restore Marcella to life. He is discovered and tortured, but not before he succeeds in poisoning the duke.



The Tragic Law


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lunes, 12 de agosto de 2024

Montaigne y la construcción social de la realidad

Retropost, 2014:

Leyendo estos días tanto los Ensayos de Montaigne como La Construcción Social de la Realidad, de Berger y Luckmann, he observado entre ellos un parentesco intelectual. En ambos libros se expone una teoría de la realidad como construida—es un sistema de convenciones y no una evidencia inapelable. Una especie de ficción teatral —con la diferencia de que nos tomamos en serio los papeles que se nos asignan en la obra. Frente a esa certidumbre a la hora de identificarnos con nuestro papel, Montaigne prefiere a veces la duda, y suspende muchas veces el juicio ante la diversidad de creencias y opiniones. Así será la educación de los sabios:

"Que haga que todo lo pase por su tamiz sin alojarle cosa alguna en la cabeza por simple autoridad y crédito. Que no sean principios para él los principios de Aristóteles, como tampoco los de los estoicos o epicúreos. Que le propongan esa diversidad de juicios: escogerá si puede, y si no, permanecerá en la duda. Solo los locos están seguros y resolutos.

Che non men che saper dubbiar m'aggrada.
[Que, tanto cual saber, dudar me agrada:
                            DANTE, Inferno 11, 93]." ("De la educación de los hijos", 186)

Pero los cuerdos suelen estar bastante locos en este sentido...

Montaigne era un escéptico, y ese escepticismo resultó ser una ayuda a la hora de permitirle ver ciertos aspectos de la realidad—de esos que están ahí delante para todo el mundo pero que se esconden más que Wally en una multitud, o que una carta robada en el despacho de un ministro.  El escepticismo frente a la realidad permite cuestionar las explicaciones que te dan sobre ella, y cuestionar incluso lo que habías tomado como evidencia de partida. Así pues, Montaigne consiguió ver que la realidad no es tan sólida como nos parece; o más bien, que lo que tomamos por realidad sólida e incuestionablemente palpable no es con frecuencia sino un tejido de expectativas, convicciones, convenciones y creencias—algunas de esas creencias con tan poco fundamento como las que llevaban a la gente seria de sus tiempos (y de todos los tiempos) a degollarse en las guerras de religión. Son las mayores sandeces las que en el espectáculo de la vida pública suelen cortar el bacalao, arrastrar a las masas,  y utilizarse como ideales y faros-guía para convencerle a la gente de que entreguen por ellas su vida, sus posesiones, su libertad y su criterio—el que no han tenido nunca, para empezar.




¿Y por qué seremos así? Por la naturaleza humana, desnaturalizada por la cultura, o modelada por ella en formas con frecuencia absurdas o irracionales. Somos modificables, observa Montaigne, como si no tuviésemos sustancia propia. "Los osos pequeños, los perros, muestran sus naturales inclinaciones; mas los hombres, al lanzarse irremisiblemente en hábitos, opiniones y normas, se transforman o disfrazan con facilidad" ("De la educación de los hijos", 186). La cultura nos hace, y, artificiales que somos, nos encontramos como en casa en ese entorno artificial, y lo confundimos con la naturaleza. Esta constatación es la primera condición para formular una teoría constructivista de la naturaleza humana, de la cultura, y la realidad humana.

Es dudoso que esta ciencia sobre el hombre sea buena o deseable para la generalidad de los hombres. Puede disolver el mundo. Montaigne escribió ensayos, pero se cuidó bastante de exponer sus opiniones en su propio círculo social. Quizá considerase su propia visión sobre la realidad como no necesaria para los demás, ni conveniente.

"Tenía razón Aristón de Quíos al decir antaño que los filósofos perjudicaban a sus oyentes, pues la mayor parte de las almas no están preparadas para sacar provecho de tales enseñanzas, las cuales, si no son para bien, son para mal: "asotos ex Aristippi, acerbos ex Zenonis schola exire" [porque podían salir unos disolutos de la escuela de Aristipo, y unos amargados de la de Zenón: CICERÓN, nat. deor. 3,77]." ("Del magisterio", 178)

Es éste un aspecto cuestionable de la visión de Montaigne, pues llevaría a cada comunidad social y a cada escuela de pensamiento a encerrarse en sí mismas, en lugar de participar en el intercambio racional de ideas y a la búsqueda de una comunidad de pensamiento a los que, por otra parte, apela Montaigne. Y es que quizá la contradicción latente en su pensamiento sea la de hacernos pensar que todo es igualmente relativo y arbitrario, cuando en realidad hay modos de acción, percepción y pensamiento que se prestan más que otros a ser compartidos y comunicados. Y la cultura es ante todo comunicación, aunque pueda también resultar en aislamiento y confrontación de grupos, ideologías y sociedades.

Es especialmente interesante el ensayo sobre la costumbre. Termina Montaigne recomendando atenerse a las costumbres de la propia sociedad: siendo que todas son relativas, más vale no turbar la paz social, razona, y esconder nuestras opiniones si disentimos. Es una conclusión muy conservadora, pues, para una filosofía muy atrevida. Porque entretanto lo que ha hecho Montaigne es socavar todas las certidumbres sobre las que reposa el consenso social—todo consenso social: las creencias, mitos, y convenciones que fundan el orden social. No tienen más sustancia que la que les damos—y de ahí que acabe concluyendo que es mejor no quitarles esa sustancia tan tenue, por temor a que todo se disuelva.  
 
El pensamiento escéptico de Montaigne muestra que el efecto de naturalidad que nos producen las cosas es una especie de ilusión óptica, producto de la convención y de la educación que hemos recibido. Es aquí donde anticipa la noción de socialización tal como es expuesta por los constructivistas Berger y Luckmann. Según estos, el individuo, al desarrollarse, se identifica con otros sujetos significativos en la sociedad (en principio sus padres) e internaliza así la realidad vivida por ellos, la realidad cultural que le enseñan—que es relativa, situada y contingente—confundiéndola con la realidad sin más. La versión de la realidad que nos da nuestra primera educación cuando éramos niños es un tejido de mitos, pero esos mitos los tomamos por verdades sólidas y literales. Y así se crea la realidad, y se mantiene día a día, a medida que adoptamos una identidad en nuestra sociedad, por socialización y asignación de papeles en este teatro social. 
 
Más sobre esto dije en este artículo a cuenta de Berger y Luckmann. Así explican éstos la socialización que interiorizamos para pasar a creernos que somos quienes somos y que lo que nos rodea es también lo que nos dicen:

En la socialización primaria no hay problema de identificación. No hay una elección de otros significativos. La sociedad le presenta al candidato para la socialización un conjunto predefinido de otros significativos, a los que ha de aceptar como tales sin posibilidad de optar por otras disposiciones. Hic Rhodus, hic salta. Uno ha de arreglárselas con los padres con los que el destino le ha obsequiado. Esta injusta desventaja inherente a la situación de ser niño tiene la consecuencia obvia de que, aunque el niño no es simplemente pasivo en el proceso de su socialización, son los adultos quienes establecen las reglas del juego. El niño puede jugar al juego con entusiasmo o con resistencia hosca. Pero, ay, no hay otro juego a la vista. Esto tiene un corolario importante. Ya que el niño no tiene elección a la hora de seleccionar sus otros significativos, su identificación con ellos es cuasi-automática. Por la misma razón, es cuasi-inevitable que interiorice la realidad particular de ellos. El niño no interioriza el mundo de sus otros significativos como uno más entre muchos mundos posibles. Lo interioriza como el mundo, el único existente y único concebible, el mundo sin más. Es por esta razón por la que el mundo interiorizado en la socialización primaria está atrincherado en la conciencia mucho más fuertemente que los mundos interiorizados en socializaciones secundarias. Por mucho que se haya podido debilitar el sentido original de inevitabilidad en una serie de desencantos subsiguientes, el recuerdo de una certidumbre que nunca se ha de volver a repetir—la certidumbre del alba primera de la realidad—todavía sigue adherida al primer mundo de la niñez. La socialización primaria lleva a cabo, de este modo, lo que (por supuesto, retrospectivamente) puede considerarse como el truco de ilusionismo más importante con el que la sociedad embauca al individuo: hacer aparecer como necesidad lo que de hecho es un amasijo de contingencias, y darle así sentido al accidente de su nacimiento. (The Social Construction of Reality,155, traduzco).

En Montaigne esta percepción o ruptura del velo de ilusiones aparece, cuatrocientos años antes, tal que así—hablando de la fuerza de la costumbre:

Los de Creta, en tiempos remotos, cuando querían maldecir a alguien, rogaban a los dioses le hicieran caer en alguna mala costumbre.
    Mas el principal efecto de su poder es apoderarse de nosotros y dominarnos hasta tal punto que apenas esté en nosotros el liberarnos de su influencia y volver a nuestro ser para discurrir y razonar sus órdenes. En verdad, al mamarlas con la leche materna y al presentarse el rostro del mundo en este estado ante nuestra primera mirada, parece que hayamos nacido con la condición de seguir esta marcha; y parece que sean generales y naturales las ideas comunes que hallamos vigentes a nuestro alrededor y que nos han sido imbuidas por la semilla de nuestros padres.
    De donde viene que lo que está fuera del marco de la costumbre, creémoslo fuera del marco de la razón; sabe Dios con qué sinrazón, con harta frecuencia. Si así como nosotros, que nos estudiamos, hemos aprendido a hacer, cada cual, al oír una justa sentencia, inquiriese en su interior cómo le concierne propiamente a sí mismo, daríase cuenta de que esta no es tanto una agudeza como un buen latigazo a la común necedad de su entendimiento. Mas recibimos las opiniones de la verdad y sus preceptos como si fueran dirigidos al pueblo y no a nosotros mismos; y, en lugar de aplicarlos a nuestras costumbres, cada cual los relega en su memoria muy necia e inútilmente. Volvamos al imperio de la costumbre.
    Los pueblos educados en libertad y que se dirigen por sí mismos consideran monstruosa y contra natura cualquier otra forma de gobierno. Piensan lo mismo los que están hechos a la monarquía. Y por mucha facilidad que el destino les ofrezca para cambiar, en cuanto se han librado, con grandes dificultades, del estorbo de un señor, corren a implantar uno nuevo, con parejas dificultades, al no poder decidirse a odiar la dependencia.
    Gracias a la intervención de la costumbre cada cual está contento del lugar en el que la naturaleza lo ha colocado; y a los salvajes de Escocia no les interesa Turena, ni a los escitas Tesalia. ("De la costumbre y de cómo no se cambia fácilmente una ley recibida", 155).

Creo por tanto que podemos darles a Montaigne, y a los escépticos griegos que le precedieron,  el título de los primeros constructivistas: los que miran la religión de su pueblo, así como sus ideas políticas e instituciones, sus creencias y modales, y ven allí mitos, ficciones, y una obra de teatro social que se contempla mejor (o se ve distinto) desde un asiento apartado de la escena. 
 
Podemos también meternos en la ficción, e incluso cambiar de papel. Ahora, lo que no podemos hacer en ningún caso es salirnos del edificio del teatro.


—oOo—

domingo, 14 de abril de 2024

A Dream within a Dream

 


A Dream within a Dream

a Poem by Poe:

 

Take this kiss upon the brow!
And, in parting from you now,
Thus much let me avow —
You are not wrong, who deem
That my days have been a dream;
Yet if hope has flown away
In a night, or in a day,
In a vision, or in none,
Is it therefore the less gone? 
All that we see or seem
Is but a dream within a dream.

I stand amid the roar
Of a surf-tormented shore,
And I hold within my hand
Grains of the golden sand —
How few! yet how they creep
Through my fingers to the deep,
While I weep — while I weep!
O God! Can I not grasp
Them with a tighter clasp?
O God! can I not save
One from the pitiless wave?
Is all that we see or seem
But a dream within a dream? 



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domingo, 17 de marzo de 2024

Somos Teatreros

Retropost, 2014:

Subimos a ResearchGate este viejo artículo—nuevo para quien no se lo ha leído, como pasa con los clásicos:


Resumen: En este artículo comento los aspectos más prominentes de la teoría de la interaccionalidad presencial desarrollada por Erving Goffman, y apunto algunos correlatos teóricos de la misma para una definición de la realidad y una teoría de la subjetividad, así como algunas maneras en que esta teoría interaccional es aplicable, con los ajustes pertinentes, a otros tipos de interacción humana no presencial, como en la comunicación mediada por ordenador, en la ficción narrativa o en la hermenéutica de la interpretación. No es sorprendente el poder explicativo de la teoría de Goffman en estas áreas, pues toda interacción comunicativa humana deriva en última instancia, genéticamente, y se asienta estructuralmente, sobre unas estructuras centrales de naturaleza presencial y holística, en las que la información corporal y periférica, y las formas de su uso y reapropiación, son un elemento crucial. Para el análisis de toda interacción comunicativa humana, por tanto, son relevantes las reflexiones de Goffman sobre la dramaturgia de la acción y la teatralidad de la presentación en sociedad, pues somos teatreros en todo lo que hacemos, de principio a fin.

English abstract:

We Playact: The Subject, Dialectic Interaction and the Strategy of Representation According to Goffman


This paper comments the most prominent aspects of Erving Goffman's theory of face-to-face interaction, suggesting its theoretical relevance for theories of reality and of the subject. It also notes the theory's applicability, with the relevant adjustments, to other types of human non-presential interaction, such as computer-mediated communication, narrative fiction, and the hermeneutics of interpretation. The explanatory power of Goffman's theory in these areas is not surprising, given that all human communicative interaction is ultimately derived, genetically and structurally speaking, from the basic and holistic structures of presential interaction, in which peripheral information and body language, and the modes of their use and reappropriation are crucial elements. Therefore, due to the inherent theatricality of human social interaction, Goffman's reflections on the dramaturgy of action and the theatricality of social presentation are highly relevant for the analysis of any mode of human communicational interaction. 

 



En SSRN:


https://papers.ssrn.com/abstract=2070508

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Vol 1, Issue 3, August 08, 2012



También en estos sitios:


_____. "Somos teatreros." In García Landa, Vanity Fea 30 May 2012.*

         http://vanityfea.blogspot.com.es/2012/05/somos-teatreros.html

         2012

_____. "Somos teatreros: El sujeto, la interacción dialéctica y la estrategia de la representación según Goffman." iPaper at Academia.edu 30 May 2012.*

         https://www.academia.edu/1603731/

         2015

_____. "Somos teatreros: El sujeto, la interacción dialéctica y la estrategia de la representación según Goffman (We Playact: The Subject, Dialectic Interaction and the Strategy of Representation according to Goffman). Online PDF at Social Science Research Network 31 May 2012.*

         DOI: 10.2139/ssrn.2070508

         http://ssrn.com/abstract=2070508

         2012

         Cognitive Linguistics: Cognition, Language, Gesture eJournal 4.15 (8 June 2012):

         http://papers.ssrn.com/sol3/JELJOUR_Results.cfm?form_name=journalbrowse&journal_id=1314047       

         http://www.ssrn.com/link/Cognitive-Linguistics.html (31 May 2012).*

         2012

         Ethics eJournal 5.59 (11 June 2012).

         http://papers.ssrn.com/sol3/JELJOUR_Results.cfm?form_name=journalBrowse&journal_id=950360        

         http://www.ssrn.com/link/Ethics.html (31 May 2012).*

         2012

         Philosophy of Mind eJournal 5.18 (8 June 2012):

         http://papers.ssrn.com/sol3/JELJOUR_Results.cfm?form_name=journalbrowse&journal_id=985625

         http://www.ssrn.com/link/Philosophy-Mind.html (31 May 2012).*

         2012

         Social and Political Philosophy eJournal 5.85 (12 June 2012).

         http://papers.ssrn.com/sol3/JELJOUR_Results.cfm?form_name=journalBrowse&journal_id=950427

         http://www.ssrn.com/link/Social-Political-Philosophy.html (31 May 2012).*

         2012

         Rhetorical Theory eJournal 1.3 (8 August 2012).

         http://papers.ssrn.com/sol3/JELJOUR_Results.cfm?form_name=journalBrowse&journal_id=950847

         http://www.ssrn.com/link/Rhetorical-Theory.html (31 May 2012).*

         2012

_____. "Somos teatreros: El sujeto, la interacción dialéctica y la estrategia de la representación según Goffman." ResearchGate 17 March 2014.*

         https://www.researchgate.net/publication/256020785

         2014

_____. "Somos teatreros: El sujeto, la interacción dialéctica y la estrategia de la representación según Goffman." In García Landa, Vanity Fea 17 March 2024.*

         https://vanityfea.blogspot.com/2014/03/somos-teatreros-en-researchgate.html

         2024

_____. "Somos teatreros: El sujeto, la interacción dialéctica y la estrategia de la representación según Goffman." Net Sight de José Angel García Landa 22 Dec. 2022.*

         https://personal.unizar.es/garciala/publicaciones/SomosTeatreros.pdf

         2022



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La Ternura