miércoles, 24 de mayo de 2023

Atención, Atención

 Atención, atención: https://literarytheory.hcommons.org/2023/05/25/atencion-atencion/

El diablo de Cetina

 El diablo de Cetina: https://www.facebook.com/carlos.urzainquibiel/posts/pfbid02tTeecsVCYaegs9seewz7wifdApTF1DBPZHhYtez1Wskgp4fr1V7bxPq2Pcx5p9xrl



Bye-bye Loretta?

 





martes, 16 de mayo de 2023

El teatro vivido de 'El Curioso Impertinente'

 Retropost, 2013:

En la novela corta de El curioso impertinente, leída mientras Don Quijote duerme en la primera parte del Quijote—el caballero no la leerá nunca, ni tendrá noticia de ella hasta que se la menciona el bachiller Sansón Carrasco en la segunda parte—hay un episodio digno de cita sobre el fenómeno de la "vida como teatro"—la teatralidad entremezclada con los aspectos menos teatrales de la vida, para dar lugar a lo que llamamos "realidad". 

La historia es una historia de adulterio y engaño conyugal, resultante de un cortejo pretendidamente simulado que acaba volviéndose real. Ya se ve allí que ofrece posibilidades de construir terrenos dudosos entre la realidad y la ficción. Anselmo quiere probar la virtud de su mujer Camila, y encarga a su amigo Lotario que intente seducirla. Lotario se resiste con muy buenos argumentos, pero al final accede, y el simulacro de convierte en realidad. Entonces Lotario ya está pillado en una doble tramoya: por una parte oculta a Camila que su interés por ella era inicialmente ficticio, y luego, aliado con ella, oculta a Anselmo la verdad. En un momento dado, llevado por unos celos injustificados, prepara para Anselmo una escena donde pondrá en evidencia la infidelidad de Camila, teniéndole oculto detrás de unas cortinas; pero, tras una escena con Camila, le revela la verdad y deciden dar la vuelta a la situación—mejor dicho, Camila decide que transformará la escena de supuesta revelación espiada por Anselmo, en una escena donde ella controla la situación, organiza un engaño detrás del engaño, y —en una escena que mezcla mucha ficción y algo de realidad—dejará a su marido nuevamente convencido de su inocencia, y de la de Lotario.  

El argumento irrefutable será la sangre derramada, su propia sangre, que ha de ser real y no fingida, o, mejor dicho, a la vez real y fingida. Hay que señalar que Lotario no conoce del todo el plan de Camila en esta escena—¿pensaba Camila quizá apuñalar a Lotario realmente, o a la vez real-y-fingidamente, como se apuñala a sí misma? 

Juzguen ustedes.

(Habla Camila a Lotario, sabiendo los dos que también los oye Anselmo:) ... Torno a decir que la sospecha que tengo que algún descuido mío engendró en tí tan desvariados pensamientos es la que más me fatiga y la que yo más deseo castigar con mis propias manos, porque castigándome otro verdugo, quizá sería más pública mi culpa; pero antes que esto haga quiero mater muriendo y llevar conmigo quien me acabe de satisfacer el deseo de la venganza que espero y tengo, viendo allá, dondequiera que fuere, la pena que da la justicia desinteresada y que no se dobla al que en términos tan desesperados me ha puesto.

Y, diciendo estas razones, con una increíble fuerza y ligereza arremetió a Lotario con la daga desenvainada, con tales muestras de querer enclavársela en el pecho, que casi él estuvo en duda si aquellas demostraciones eran falsas o verdaderas, porque le fue forzoso valerse de su industria y de su fuerza para estorbar que Camila no le diese. La cual tan vivamente fingía aquel extraño embuste y falsedad, que por dalle color de verdad la quiso matizar con su misma sangre; porque, viendo que no podía haber a Lotario, o fingiendo que no podía, dijo: 

—Pues la suerte no quiere satisfacer del todo mi tan gusto deseo, a lo menos no será tan poderosa que en parte me quite que no le satifaga.

Y haciendo fuerza para soltar la mano de la daga, que Lotario la tenía asida, la sacó y, guiando su punta por parte que pudiese herir no profundamente, se la entró y escondió por más arriba de la islilla del lado izquierdo, junto al hombro, y luego se dejó caer en el suelo, como desmayada.

Estaban Leonela y Lotario suspensos y atónitos de tal suceso, y todavía dudaban de la verdad de aquel hecho, viendo a Camila tendida en tierra y bañada en su sangre. Acudió Lotario con mucha presteza, despavorido y sin asiento, a sacara la daga, y en ver la pequeña herida salió del temor que hasta entonces tenía y de nuevo se admiró de la sagacidad, prudencia y mucha discreción de la hermosa Camila; y, por acudir con lo que a él le tocaba, comenzó a hacer una larga y triste lamentación sobre el cuerpo de Camila, como si estuviera difunta, echándose muchas maldiciones, no sólo a él, sino al que había sido causa de habelle puesto en aquel término. Y como sabía que le escuchaba su amigo Anselmo, decía cosas que el que le oyera le tuviera mucha más lástima que a Camila, aunque por muerta la juzgara.

Leonela la tomó en brazos y la puso en el lecho, suplicando a Lotario fuese a buscar quien secretamente a Camila curase; pedíale asimismo consejo y parecer de lo que dirían a Anselmo de aquella herida de su señora, si acaso viniese antes que estuviese sana. Él respondió que dijesen lo que quisiesen, que él no estaba para dar consejo que, de provecho fuese: sólo le dijo que procurase tomarle la sangre, porque él se iba adonde gentes no le viesen. Y con muestras de mucho dolor y sentimiento, se salió de casa, y cuando se vio solo y en parte donde nadie le veía, no cesaba de hacerse cruces, maravillándose de la industria de Camila y de los ademanes tan propios de Leonela. Consideraba cuán enterado había de quedar Anselmo de que tenía por mujer a una segunda Porcia, y deseaba verse con él para celebrar los dos la mentira y la verdad más disimulada que jamás pudiera imaginarse. 
 
Leonela tomó, como se ha dicho, la sangre a su señora, que no era más de aquello que bastó para acreditar su embuste, lavando con un poco de vino la herida, se la ató lo mejor que supo, diciendo tales razones en tanto que la curaba, que, aunque no hubieran precedido otras, bastaran a hacer creer a Anselmo que tenía en Camila un simulacro de la honestidad. 

Juntáronse a las palabras de Leonela otras de Camila, llamándose cobarde y de poco ánimo, pues le había faltado al tiempo que fuera más necesario tenerle, para quitarse la vida, que tan aborrecida tenía. Pedía consejo a su doncella si diría o no todo aquel suceso a su querido esposo, la cual le dijo que no se lo dijese, porque le pondría en obligación de vengarse de Lotario, lo cual no podría ser sin mucho riesgo suyo, y que la buena mujer estaba obligada a no dar ocasión a su marido a que riñese, sino a quitalle todas aquellas que le fuese posible.

Respondió Camila que le parecía muy bien su parecer, y que ella le seguiría, pero que en todo caso convenía buscar qué decir a Anselmo de la causa de aquella herida, que él no podría dejar de ver; a lo que Leonela respondía que ella, ni aun burlando no sabía mentir.

—Pues yo, hermana—replicó Camila—, ¿qué tengo de saber, que no me atriveré a forjar ni sustentar una mentira, si me fuese en ello la vida? Y si es que no hemos de saber dar salida a esto, mejor será decirle la verdad desnuda, que no que nos alcance en mentirosa cuenta.

—No tengas pena, señora: de aquí a mañana—respondió Leonela—yo pensaré qué le digamos, y quizá que por ser la herida donde es la podrás encubrir sin que él la vea, y el cielo será servido de favorecer a nuestros tan justos y tan honrados pensamientos. Sosiégate, señora mía, y procura sosegar tu alteración, porque mi señor no te halle sobresaltada, y lo demás déjalo a mi cargo y al de Dios, que siempre acude a los buenos deseos. 

Atentísimo había estado Anselmo a escuchar y a ver representar la tragedia de la muerte de su honra, la cual con tan estraños y eficaces afectos la representaron los personajes della, que pareció que se habían transformado en la misma verdad de lo que fingían. Deseaba mucho la noche y el tener lugar para salir de su casa y ir a verse con su buen amigo Lotario, congratulándose con él de la margarita preciosa que había hallado en el desengaño de la bondad de su esposa. Tuvieron cuidado las dos de darle lugar y comodidad a que saliese, y él, sin perdella, salió y luego fue a buscar a Lotario; el cual hallado, no se puede buenamente contar los abrazos que le dio, las cosas que de su contento le dijo, las alabanzas que dio a Camila. Todo lo cual escuchó Lotario sin poder dar muestras de alguna alegría, porque se le representaba a la memoria cuán engañado estaba su amigo y cuán justamente él le agraviaba; y aunque Anselmo veía que Lotario no se alegraba, creía ser la causa por haber dejado a Camila herida y haber él sido la causa; y así, entre otras razones, le dijo que no tuviese pena del suceso de Camila, porque sin duda la herida era ligera, pues quedaban de concierto de encubrírsela a él, y que según esto no había de qué temer, sino que de aquí adelante se gozase y alegrase con él, pues por su industria y medio él se veía levantado a la más alta felicidad que acertara a desearse, y quería que no fuesen otros sus entretenimientos que en hacer versos en alabanza de Camila que la hiciesen eterna en la memoria de los siglos venideros. Lotario alabó su buena determinación y le dijo que él, por su parte, ayudaría a levantar tan ilustre edificio. 

Con esto quedó Anselmo el hombre más sabrosamente engañado que pudo haber en el mundo: él mismo llevaba por la mano a su casa, creyendo que llevaba el instrumento de su gloria, toda la perdición de su fama. Recebíale Camila con rostro al parecer torcido, aunque con alma risueña. Duró este engaño algunos días, hasta que al cabo de pocos meses volvió Fortuna su rueda y salió a plaza la maldad con tanto artificio hasta allí cubierta, y a Anselmo le costó la vida su impertinente curiosidad.


En la terminología usada por Cervantes vemos una vez más la retroalimentación del teatro y de la vida. Los términos del espectáculo dramático se utilizan para caracterizar una situación que es una trampa, no una ficción ni un entretenimiento para el espectador Anselmo. El teatro surge de esta capacidad de imitar secuencias de acción o reciclarlas para un sentido no propio. Y luego se utiliza como concepto para clarificar o aislar mentalmente este tipo de interacción o de actuación engañosa. Real para una parte del público a veces, o para todo el público, que no está en el engaño, y  engañosa y construida para los actores, todos o parte de ellos, y quizá para parte del público (incluyendo al lector, en la novela de Cervantes). 

Este tipo de actuación que mezcla realidad y trampa, por estar tan imbricado con la realidad, hecha de secuencias de acción repetidas y sedimentadas, carece de nombre propio, y ha de llamarse trampa o trampantojo, por analogía con una modificación engañosa del campo de acción o del campo visual; y si enfatizamos más la alteración coordinada y engañosa de la acción humana, lo llamamos frame en inglés (to be framed by one's enemies) — o tragedia, comedia, drama, o tramoya en español.

"Drama" proviene de la palabra "acción" y sólo relativamente podemos hablar de acción más real o más dramatizada; hasta la realidad social más inmediata tiene algo de drama, desde el momento en que implica a "personas", o "máscaras".


 
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lunes, 15 de mayo de 2023

Retropost, 2013: Morfeo y Sueño de una Noche de Verano


El DECANO de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, tiene el gusto de invitarle a la representación de la obra teatral:
 
"El sueño de una noche de verano", de William Shakespeare, interpretada por el grupo de teatro interuniversitario MORFEO, que se celebrará el VIERNES 17 de mayo,a las 20 horas, en el SALÓN DE ACTOS DEL CMU PEDRO CERBUNA.
 
La entrada es libre, hasta completar el aforo.






 
 
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viernes, 12 de mayo de 2023

Structural Similarity in Figurative language

jueves, 11 de mayo de 2023

Trump Deposition

Retroprospección del teatro y de la vida

 Retropost, 2013:

Un par de párrafos extraídos de J. L. Styan The Elements of Drama (Cambridge UP, 1960), del capítulo "Making Meanings in the Theatre". Versan sobre la ironía dramática y la manera en que el sentido de una escena dramática nunca es literalmente el que aparece, o el que expresan los personajes, sino que depende de la composición total—es lo que con terminología ajena a Styan podríamos llamar el sentido autoral implícito de la escena. 

Para Styan es crucial que debe ser el espectador el que extrae o construye ese sentido. Pero también es de resaltar que si tiene sentido decir que ese sentido pertenece a la obra dramática, y no a una concretización subjetiva de la misma meramente, es un sentido estructural, comunicativo o autorial implícito—"something the author is saying"—o sea, la "voz" del autor dramático hablando indirectamente a través de personajes y situaciones.


Any device to stimulate in the audience the required degree and kind of attention is properly the concern of the playwright.
     To understand how such meaning is made in the theatre we must distinguish what happens on the stage and what happens in the imagination of the spectator. He takes from the detail of the scene impressions that are sown and ripened in the mind. These impressions may be independent of what the character on the stage is doing: the significance of what he is doing is what only the audiencemay know. This is especially true of words spoken. Whan Mephistophilis promises Faustus he will be as great as Lucifer, we are not asked to believe him, but when Faustus does believe him, we with our superior knowledge recognize his folly. Marlowe has calculated that we would: one joy in the play is to see our wisdom confirmed by events. This is the true irony of drama, through which the dramatist does most of his work; it is the steady and insistent communication to the privileged spectator of a meaning hidden from the characters.

In drama is there not a function analogous with that of metaphor in poetry? We listen to character And we listen to character B, but what we assimilate as the effect of the passage between them is a tertium aliquid, something the author is saying that we apprehend only as the result of the fusion of the two character-statement like the notes of a musical harmony. Or we listen to a single character speaking, and we know that what he says will work upon the situation in which he says it in a way more than he knows: what we receive is something beyond the mere representation of the actor. The author speaks obliquely throughout the play, and by forcing upon our attention this or that speech or deed, he is working to guarantee our co-operation in the joint enterprise of communication. The audience follows a play by discovering it; it is constantly interpreting signs, looking beyond the actors, listening between the lines. The play only has meaning through what the audience in this way is allowed to perceive. So in the extracts we have used there is a central ironic moment in each, if we care  to recognize it. (53).


Pero me interesará observar, además, una dimensión adicional de esta no literalidad del sentido dramático. Es una dimensión retrospectiva. El sentido que el autor da a la ironía de la situación, y el que transmite al público, es posible en gran medida porque la obra está escrita retroactivamente, del futuro al pasado. La lógica de su narratividad, en el sentido de Sturgess, se encarga de que cada parlamento y cada acción tenga un sentido retroprospectivo.

Y ese sentido retroprospectivo que hace que el teatro sea teatro, que el cine sea cine, o que la narración sea narración, es también el que apreciamos en nuestras propias vidas cuando las reinterpretamos, cuando disfrutamos de la perspectiva que da el tiempo sobre lo ya sucedido y sobre las consecuencias futuras de las acciones y de las situaciones. Consecuencias que en tiempos, Faustos ingenuos nosotros todos, desconocíamos.  Ahora sabemos algo más, y así es como la vida, retroactivamente, se va convirtiendo en teatro.  Lo que sucedió deja de tener un sentido literal, y pasa a adquirir un sentido teatral.

Lo que sucedió, y (por analogía, por consecuencia) también lo que está sucediendo, pues sabemos que un día será lo que sucedió.  La teatralidad del presente es menos intensa, pero no por ello menos real que la del pasado que un día este presente será.


 
 
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domingo, 7 de mayo de 2023

On Tragedy and Otherness



Table of Contents

Jose Angel Garcia Landa, Universidad de Zaragoza


LITERARY THEORY & CRITICISM eJOURNAL


"Review of Nicholas Ray's Tragedy and Otherness" Free Download
Journal of English and American Studies, Vol. 44, pp. 167-173, 2011
JOSE ANGEL GARCIA LANDAUniversidad de Zaragoza
Email: 
A review of Nicholas Ray's book Tragedy and Otherness: Sophocles, Shakespeare, Psychoanalysis (Peter Lang, 2009). The book offers a post structuralist/psychoanalytic reading of Oedipus the King, Julius Caesar, and Hamlet, as well as a reworking of Freud's insights on tragedy, from a perspective informed by the work of Jean Laplanche and an emphasis on the experience of otherness.






Graduadas/os

Refoto

 

Lo que yo iba leyendo

Lo que yo iba leyendo

Teatréate

 

Teatréate

La Identidad Intertextual

 

Unthinking Charles Rul'd

from ROCHESTER'S FAREWEL 

 

(John Wilmot, Earl of Rochester, 1680) 

 
Tir'd with the noysom Follies of the Age,
And weary of my Part, I quit the Stage;
For who in Life's dull Farce a Part would bear,
Where Rogues, Whores, Bawds, all the head Actors are?
Long I with Charitable Malice strove,
Lashing the Court, those Vermin to remove,
But thriving Vice under the rod still grew,
As aged Lechers whipp'd, their Lust renew;
What though my life hath unsuccessful been,
(For who can this Augean Stable clean)
My gen'rous end I will pursue in Death,
And at Mankind rail with my parting breath.

(...)

If this is all the Policy you know,
This all the skill in States you boast of so,
How wisely did thy Country's Laws ordain
Never to let the foolish Women reign.
But what must we expect, who daily see
Unthinking Charles, Rul'd by Unthinking thee.

 

 


viernes, 5 de mayo de 2023

Ceremonia de graduación Facultad de Filosofía y Letras: Estudios Ingleses - Lenguas Modernas

 


 

Comentario que les pongo a los estudiantes (y profesores) en el acto de graduación:

José Angel García Landa - ​No olvidéis que las circunstancias anormales del Covid no las ha impuesto la "pandemia" en sí, sino las medidas abusivas dictadas por políticos guiados por un despotismo sanitario teledirigido, y por un comité de "expertos fantasma"....

José Angel García Landa - ... que no ha temido atropellar derechos y manipular descaradamente a la población con medidas sin precedentes, con frecuencia declaradas ilegales incluso por el Tribunal Constitucional.
Carlos Pérez - He estudiado derecho y confirmo

José Angel García Landa​ - Es importante conocer lo que ha pasado para completar una buena formación. Entenderlo bien, más allá de las versiones oficialmente promovidas.

 

y añado, sobre los llamamientos de la Decana al "inconformismo", al "pensamiento crítico", a la defensa de los "valores humanísticos" y al "diálogo":

Mucho "diálogo", pero a mí la Facultad me abrió un expediente por intentar resistirme modestamente a la imposición de la mascarilla. Y sin diálogo previo ni intercambio de opiniones ni nada que se le parezca. Así que menos predicar y más dar trigo.

 

Pereat diabolus, quivis antiburschius, atque irrisores.  

 

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Dr Iain McGilchrist: We are living in a deluded world