"El Gran Teatro del Mundo" es el título de una sección del libro de José Luis Sampedro Escribir es Vivir, en el que comienza evocando los antecedentes y principios de su carrera literaria allá por los años 30....
... RESUMIENDO, estaba enfebrecido y, como ya habrán deducido, mi trabajo como funcionario no era muy intenso. Disponía de tiempo para leer, investigar y lanzarme en este tipo de aventuras, además de avanzar en mis estudios de piano. Empezaba a tocar piezas sencillitas como la Oriental de Granados, por ejemplo.
Paralelamente se inicia mi carrera literaria con el UNO. El UNO es mi afirmación como escritor en ciernes, la expresión de la firme y definitiva voluntad de tomarme el trabajo literario en serio, de frecuentar la Biblioteca Menéndez Pelayo con regularidad y escribir sistemáticamente. Pero me encontré con el problema de los géneros. Ya sabía que sería escritor, pero ignoraba si ensayista, novelista, poeta o dramaturgo. Me impresionaba Gerardo Diego, escribía poemas; me impresionaron los Ensayos de Montaigne, escribí unos ensayitos, pero, en verdad, no sabía por dónde iba a discurrir mi carrera literaria ni en qué dirección debía encaminar mis pasos. De esos palos de ciego surgió UNO, la revista literaria cuya fotocopia tienen ustedes entre el material que les hemos proporcionado. El título alude claramente a mi soledad: yo era el ilustrador, el ensayista, el poeta y prosista que llenaba todas las páginas. Eso sí, cada cosa con su seudónimo, el ensayo sobre Montaigne, los poemas, incluso un intento de obra dramática en un acto, El que no tiene nombre. Confieso que la obra estaba inspirada por la lectura de El emperador Jones, un drama de Eugenio O'Neill que me gustó muchísimo. Todo esto es pueril si ustedes quieren, pero es el entusiasmo de un principiante, de un chico de dieciocho años ansioso de vivir, de aprehenderlo y darlo todo. Lo que no sabía es que el UNO acabaría siendo, efectivamente, uno: un único ejemplar. Menos aún podía imaginar cómo acabarla.
(José Luis Sampedro suspira y sorprende al auditorio con una pregunta)
¿Ustedes saben cómo muere el urogallo? Una muerte que siempre he envidiado mucho. El urogallo, cuando llega la época de celo, llama a la hembra con un canto muy especial. Se llena de aire y se le hincha la cara de tal manera que se le enciende todo, se ciega, no ve, no oye, no se entera de nada. Es el momento que aprovechan los cazadores para acercarse a la distancia conveniente, pegarle un tiro y matarle. Morirse en estado de exaltación siempre me pareció lo más bonito, lo más sublime, ¿Verdad?
Pero bien, cuando yo estaba como el urogallo, ebrio de vida, enfebrecido por los descubrimientos creativos... ¡¡Pumba!! Estalla la Guerra Civil. Así murió el UNO, como el urogallo.
He titulado esta lección "El gran teatro del mundo", pero el estallido de la guerra, la sublevación fascista fue un golpe trágico para la mayoría de los españoles.
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